Dra. María Teresa Romero Rubio
Pediatra en el Hospital de Manises (Valencia)
El tratamiento de la poliuria en la infancia depende fundamentalmente de la causa que provoque que el niño orine más veces y más cantidad de lo habitual para su edad, y por ello es importante que los padres sepan reconocer algunos signos de alarma que deben hacerles consultar rápidamente con el pediatra.
Así, si el niño únicamente se hace pipí encima por la noche, pero durante el día es capaz de contener bien la orina, va dos o tres veces al baño, y no asocia pérdida de peso y exceso de ingesta de agua, lo más probable es que se trate de una enuresis nocturna simple. Más allá de la incomodidad que supone, no es un problema que ponga en peligro al niño y suele solucionarse con el tiempo.
Si la poliuria (o más bien poliaquiuria) se acompaña de picor en la zona genital, sensación de diuresis incompleta y molestias abdominales, posiblemente se trate de una infección urinaria (cistitis), que mejorará rápidamente con tratamiento antibiótico. En este caso no hay polidipsia compensadora, ni tampoco pérdida de peso ni otros síntomas.
Si el niño tiene poliuria durante todo el día, está constantemente bebiendo agua (polidipsia), y esto además se asocia con una pérdida de peso de más de 2-3 Kg en poco tiempo (unas 2-3 semanas), es muy probable que se trate de una diabetes mellitus, y por tanto deberán consultar rápidamente con el pediatra, incluso en el servicio de urgencias.
Cuando esta situación se prolonga sin tratamiento y se tarda en consultar el estado de hiperglucemia derivado de la diabetes con la poliuria puede dar lugar a una deshidratación grave, que se conoce como cetoacidosis diabética, requiriendo a veces el ingreso en cuidados intensivos. El tratamiento para ello es fundamentalmente el inicio de una pauta de insulina pautada por el especialista en endocrinología pediátrica. El niño queda ingresado unos días para explicar las pautas de insulina a la familia y las nuevas pautas de alimentación.
En resumen, la poliuria debe preocupar a los padres cuando se asocia fundamentalmente con polidipsia y con pérdida de peso mantenida. Es un signo poco frecuente en pediatría y su presencia de forma mantenida, junto a los síntomas anteriormente descritos, es indicación de valoración por el pediatra lo antes posible.
Lombrices, cómo saber si tu hijo las tiene y evitar su aparición
El raro síndrome de Alicia en el país de las maravillas
Vómitos del bebé, cómo actuar y cuándo preocuparse
Sanidad financia los aparatos de medir de glucosa a menores diabéticos
Alertan del riesgo de dejar a los niños en un coche al sol
Disminuye la gravedad de la bronquiolitis en los niños
Mi bebé tiene gases: cómo ayudarle a expulsarlos
Lombrices, cómo saber si tu hijo las tiene y evitar su aparición
Poliuria en niños: cómo identificar si orina en exceso
Acetona en los niños, por qué se produce y cómo se trata
Herpangina, cómo se trata esta contagiosa infección infantil
Mancha mongólica en el recién nacido, por qué aparece
Test de WISC, la prueba para medir el intelecto del niño
Displasia de cadera en bebés, cómo corregirla a tiempo
Mocos en bebés y niños: soluciones para eliminarlos
Encopresis, soluciones para la incontinencia fecal en niños
Ver artículos de esta sección